Una semana ha transcurrido desde el arranque del juicio histórico que se desarrolla en Guatemala, en el que 11 mujeres fueron víctimas de violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica cuando estuvieron cautivas en el destacamento militar de Sepur Zarco, El Estor, Izabal, entre 1982 y 1986.
Por ello mujeres guatemaltecas, dirigentes de movimientos sociales a favor de las mujeres se solidarizan y aplauden el coraje de las sobrevivientes de la guerra en Guatemala.
“Es un momento histórico después de largos años por fin se llega a juicio, y por otro lado la valentía de mujeres víctimas que después de tanto tiempo lograron romper el silencio y lograron nombrar esos hechos tan dolorosos y violentos que se dieron en el marco del conflicto armado interno” añade Ana Silvia Monzón, coordinadora de Voces de Mujeres.
“Este lugar de la justicia ha sido negado por décadas a las mujeres indígenas, campesinas, sobre todo de las regiones alejadas. Las mujeres Ixiles y Qeqchi´s están dando una lección de dignidad al decir si se puede y ver cara a cara la realidad que sucedió en las décadas de los años 1980”, agregó la entrevistada.
Todo ello nos debe conmover y motivar para exigir a las actuales autoridades que esto no se puede repetir. “No es un acto de venganza, es un acto de reparación de dignidad, sin una finalidad económica” esto debe de dar vergüenza, propiciar libertad y confianza, pero apegadas a derecho afirma Monzón.
Rosalina Tuyuc, Premio Niwano por la Paz 2012 y coordinadora de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala -CONAVIGUA- señaló: “son pequeños pasos que la justicia está dando, lo que hizo el ejército en las comunidades indígenas no fue correcto, la violación sexual se cometió contra las niñas, adolescentes, mujeres embarazadas, la muerte de hombres, ancianos, la destrucción de cultivos y viviendas fue algo devastador y difícil de olvidar, por ello la búsqueda de la justicia es universal”
Es una responsabilidad internacional donde las instituciones que velan por los derechos humanos deben acompañar este proceso como muestra de compromiso y solidaridad, pero sobre todo con la convicción que estos hechos no pueden repetirse.
Paula Barrios, coordinadora de Mujeres Transformando el Mundo –MTM- dijo que Sepur Zarco es el primer caso en que mujeres q´eqchis denuncian ante la justicia violación y explotación sexual durante el conflicto armado interno.