Hoy Guatemala sentó un precedente mundial al dejar en firme la sentencia del caso Sepur Zarco que constituye la primera condena por esclavitud sexual como un crimen de guerra emitida por un Tribunal Nacional.
Los órganos de justicia guatemaltecos ratificaron, tras agotar todas las instancias, la resolución del 26 de febrero de 2016 que dictó el Tribunal Primero de Sentencia Penal de Mayor Riesgo Grupo “A”, presidido por la jueza Yassmín Barrios.
En la sentencia, tras un mes de juicio público, se halló culpable al teniente coronel retirado Esteelmer Reyes Girón, excomandante de la Base Militar Sepur Zarco y al excomisionado militar Heriberto Valdez, condenándolos a 120 y a 240 años, respectivamente.
Aplaudimos el coraje de las 15 abuelas de Sepur Zarco que dejaron a un lado el miedo y decidieron romper el silencio y denunciar la esclavitud sexual y doméstica a la que fueron sometidas durante el Conflicto Armado Interno, convirtiéndose en pioneras en la justicia guatemalteca, al ser el primer caso de delitos de este tipo relacionado a la guerra que vivió el país entre 1960 y 1996.
Si bien, la firmeza de la sentencia demuestra el compromiso de Guatemala de asegurar el derecho de las víctimas a la verdad y la justicia en casos de crímenes graves y representa un paso importante en la lucha mundial para acabar con todas las formas de violencia contra las mujeres, recordamos que el Estado aún tiene una deuda en el cumplimiento de las medidas de reparación digna y transformadora que acompañaron la resolución.
Las medidas de reparación, además de contribuir con el desarrollo de Sepur Zarco, San Marcos, Poombaac y La Esperanza, contemplan acciones que buscan garantizar la no repetición de estos hechos atroces que marcaron la vida de los habitantes de estas comunidades.
¡Como querellantes y acompañantes, nos alegramos con la llegada de la justicia a las vidas de las abuelas de Sepur Zarco!