2 de febrero 2016: Sobrevivientes de Sepur Zarco, presencian juicio

Me encuentro muy contenta de seguir el camino de la justicia, hoy brindo un saludo a todas las mujeres“, dijo la presidenta de la Colectiva Jalok U, mujer sobreviviente de Sepur Zarco.

La presidenta de la colectiva en reiteradas ocasiones expresó su alegría al señalar que han pasado más de treinta años para que se les haga justicia y hoy ven un avance en el camino que iniciaron, reconoce que vivieron mucho miedo, pensaron y analizaron que era fundamental que contaran lo que tuvieron que vivir en el destacamento Sepur Zarco para que la historia no se repita.

Señala la sobreviviente que en el camino en búsqueda de la justicia ha sido importante  la solidaridad y acompañamiento de mujeres de otras comunidades, pueblos y organizaciones; añade que las mujeres sobrevivientes están organizadas en la Colectiva Jalok U, cambio de rosto en idioma q’eqchi’, añade que estar organizadas ha sido importante para sentir la unidad y la fortaleza y ya no tener miedo al hablar.

“Lloramos mucho cuando hablamos, cuando contamos lo que nos pasó”, expresó la representante de las mujeres; quien agregó que cuando iniciaron el proceso de búsqueda de la justicia formal sentían mucho dolor y pensaban no hablar no decir nada porque el hablar de lo sucedido les lastimaba y causaba dolor.

“Que quienes escuchan sepan que estamos diciendo la verdad, “me encuentro en esta lucha importante yo sigo  buscando a mi esposo…”, “…lo que quiero es encontrar mi felicidad y que haya justicia para nosotras para que podamos quedar tranquilas”, finalizó la presidenta de la Colectiva Jalok U.

Las 11 mujeres q´eqchi´  víctimas de violencia sexual esclavitud sexual y doméstica por parte del ejército de Guatemala en tiempo del conflicto armado interno, permanecieron todo el desarrollo de la audiencia al costado derecho de la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia; quienes de manera atenta escuchaban y observaban el desarrollo del juicio Sepur Zarco

Sus rostros permanecieron cubiertos todo el tiempo mientras veían pasar a testigos quienes narraron ante el tribunal lo que vivieron ellos y sus familias.  Al escuchar a los testigos quienes juraron decir la verdad y responder ante el tribunal las preguntas que se les realizaran, las sobrevivientes agachaban el rostro y secaban sus lágrimas.

La lucha y perseverancia de las mujeres sobrevivientes de Sepur Zarco hace historia a nivel nacional e internacional, porque es el primer caso a nivel mundial que se lleva en una corte nacional por delitos de violación sexual, esclavitud sexual y doméstica, otros casos de violación sexual durante conflictos armados como en Yugoslavia y Ruanda se han ventilado en instancias internacionales.

3 de febrero: Sobrevivientes narran vejámenes vividos en Sepur Zarco

Por tercer día se realizó el juicio en contra del teniente Esteelmer Francisco Reyes Girón, y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, por las violaciones continuadas de 11 mujeres en el destacamento militar de Sepur Zarco, entre 1982 y 1986.

El Ministerio Público (MP) continuó con la presentación de testimonios y pruebas anticipadas de las víctimas, con apoyo de los querellantes en el caso  Mujeres Transformando el Mundo -MTM- y la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas -UNAMG-.

Por medio de la prueba anticipada se conocieron los testimonios grabados  de mujeres víctimas de violaciones y agresiones sexuales. Ante la Sala Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y  por medio de tres pantallas, se pudo escuchar y ver el testimonio grabado de Catalina Mash, de 70 años, quien narró que en 1982 los soldados de Sepur Zarco “las violaron sexualmente en repetidas ocasiones”.

Mash mencionó: “Don Canche (Heriberto Valdez) llegó a nuestras comunidades y llevó a los militares”. Con voz entrecortada, la víctima declaró ante la Fiscalía de Derechos Humanos del MP, la forma en que la tomaron a la fuerza, le sujetaron las manos, y tres hombres la violaron varias veces en un mismo día.

Con lágrimas en su rostro relata: “Mi hijo de 10 años fue sobreviviente y testigo de la tortura de su padre, mis hijos mayores fueron los encargados de enterrarlo”. Además narró  cuando mataron a machetazos a su hija embarazada.

Otro testimonio escuchado como anticipo de prueba, fue el de Rosario Xoc, de 52 años quien relató:  “Cerca del río donde iba a lavar, varios hombres me tomaron a la fuerza, me violaron, mi hijo pequeño gritaba al ver lo que me hacían, pero nadie me ayudó”

Xoc, también con voz cortada, relató cómo los soldados se llevaban a sus esposos, los lastimaban y los obligaban a trabajos forzados sin ninguna remuneración. Este testimonio quedó grabado en video para ser parte de la prueba anticipada presentada en el juicio contra los exmilitares.

Lo antes descrito fue transmitido a solicitud del ente investigador y los querellantes adhesivos como prueba anticipada de las 11 mujeres sobrevivientes. Se estableció que se procedió de esta manera por resguardar la seguridad e integridad de las testigos.

Catalina y Rosario recuerdan que los militares se llevaban a los hombres y ancianos para golpearlos, torturarlos, matarlos y enterrarlos en las fosas.

Las declaraciones de las mujeres sobrevivientes fueron recibidas por el Juez Miguel Ángel Gálvez el 24 de septiembre de 2012, en calidad de prueba anticipada.

En el tercer día de audiencia Mateo Rash Maquín, originario de San Pedro Carchá, Alta Verapaz se presentó ante el tribunal en calidad de testigo. Acompañado de un intérprete, Rash señaló: “Sí conozco a los acusados, son responsables de muchas muertes,  los militares agarraban a la gente y les cortaban las orejas y cuello, lo que nos hacían dejó marcas en nuestros cuerpos”.

En el tercer día de audiencias se mostró la solidaridad de hombres y mujeres de diferentes lugares del país, quienes se hicieron presentes en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia.

3 de febrero: Testigos: “Don Canche y un tal teniente Reyes, mandaban ahí”

En el segundo día de audiencia del histórico juicio que por primera vez en Guatemala juzga los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, cuatro testigos narraron cómo varias mujeres fueron violadas sexualmente por soldados en los destacamentos Las Tinajas, Pataxte y Sepur Zarco, ubicados en El Estor, Izabal en 1982. Los testigos también señalaron al excomisionado militar Heriberto Andrés Valdez Asig y al coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón como personas con poder y quienes mandaban para que se cometieran los actos atroces contra las mujeres, hombres, niñas y niños.

“Yo lo viví. Lo sufrimos mucho. Nos fuimos a refugiar en la montaña porque en esa época los soldados llegaban a las comunidades para llevarse a la gente. Teníamos tanto miedo que nos fuimos a la montaña a escondernos”, narró Petrona Choc Cruz de 75 años. Doña Petrona explicó al Tribunal de Mayor Riesgo A, con voz firme, cómo en 1982 y 1983 el ejército los persiguió en la montaña a ella, a su esposo y a sus cuatro hijos que aún eran niños pequeños. “Cuando nos agarraba la noche en la montaña nos envolvíamos con nailos”, contó.

La constante persecución y las ejecuciones de varios de sus integrantes por parte del ejército obligaron a las mujeres, hombres, niñas y niños pequeños, a salir de la montaña. La testigo declaró que su esposo, Manolo Mes Chub, fue asesinado por los soldados cuando salió a buscar comida con cinco personas más. Por esa razón:“De la montaña fuimos al destacamento (Sepur Zarco) para entregarnos. Allí nos arrodillamos y pedimos perdón para que nos dejaran entrar”, contó doña Petrona Choc.

La sobreviviente narró cómo ella y otras mujeres fueron forzadas a cocinar y lavar la ropa de los soldados: “Nos tocaba limpiar arroz y frijol y cocinar unas grandes olladas. Ahí nos violaron. Nos decía que ya nadie iba a preguntar por nosotras”, recordó. También dijo: “Nos violaban después de bañarnos, un hombre gordo era el primero, después venían otros menuditos”. Candelaria Mes Choc, hija de doña Petrona, también fue violada sexualmente por los soldados en el destacamento de Sepur Zarco.

 

Represión a la lucha por la tierra

Los cuatro declarantes dijeron haber sido perseguidos, atacados, detenidos y obligados a permanecer en el destacamento de Tinajas, Pataxte y posteriormente en el de Sepur Zarco y en sus alrededores, porque estaban haciendo trámites para legalizar sus tierras. “Se enojaron con nosotros porque estábamos legalizando un lote en Sepur Zarco”, recordó doña Petrona Choc.

Santos Be Xol, uno de los testigos, relató como la señora Manuela Tiul y otras mujeres fueron violadas en el destacamento de Pataxte. “Doña Manuela me contó que fueron violadas varias mujeres”, contó don Santos.

Manuel Ical también narró al Tribunal cómo debió escapar con su familia y vecinos de su comunidad porque los soldados se llevaron a varios hombres al destacamento de Tinajas; tres de ellos nunca volvieron y no supieron su paradero. “Ahí empezó nuestra angustia porque no sabíamos qué estaba pasando”, dijo don Manuel.

Las vejaciones y abuso cometidos por los soldados, se repite en la historia de don Mariano Caal. Al igual que don Santos y don Manuel, fue forzado por los soldados a construir el destacamento Sepur Zarco. En ese tiempo, don Mariano fue testigo del trabajo forzado al que varias mujeres fueron sometidas por el ejército: “Yo no estuve detenido, pero cuando trabaje para ellos miraba a las mujeres tortear y preparar arroz y frijol. A ellas no solo les mataron a sus esposos, sino que después las torturaron de esa manera. Fue injusto”, lamentó don Mariano.

Los testigos dijeron que quien dirigía a los soldados se llamaba teniente Reyes. Además, contaron que el Canche Asig (Heriberto Reyes) siempre tenía una lista en la mano y quien aparecía ahí era capturado.

En la apertura a juicio realizada el 1 de febrero de 2016, representantes de la Alianza contra el Silencio y la Impunidad, de la cual Mujeres Transformando el Mundo (MTM) forma parte, aseguraron que el proceso que se desarrolla para juzgar crímenes contra los deberes de la humanidad, es una oportunidad para Guatemala y el mundo, para hacer justicia.

01 de febrero 2016: Juicio Sepur Zarco: “Una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres”

El lunes 1 de febrero se llevó a cabo la primera audiencia del juicio contra el teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, a quienes la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público (MP) acusa de haber cometido los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, contra de  mujeres q’eqchís, originarias de la comunidad Sepur Zarco, en El Estor, Izabal.

Luego de 30 años de espera para acceder a la justicia formal, mujeres sobrevivientes asistieron a la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde tuvo lugar la apertura del debate oral y público, a cargo del Tribunal de Mayor Riesgo A, integrado por las juezas Yassmin Barrios –presidenta-, Patricia Bustamante y Gerbi Sical, -suplentes. Las mujeres sobrevivientes procuran que no haya más impunidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos en su contra entre 1982 y 1983, en el marco del conflicto armado interno que duró más de 36 años en Guatemala.

Reyes Girón era el comandante del destacamento militar Sepur Zarco, donde hombres y mujeres pobladores de varias comunidades fueron detenidos ilegalmente y sometidos a tratos crueles e inhumanos. Según el MP, Reyes Girón violó el Derecho Internacional Humanitario, debido a que los soldados que comandaba cometieron los vejámenes contra población civil no combatiente, mujeres, hombres, niñas y niños.

El acusado Heriberto Valdez Asig fue comisionado militar durante el conflicto armado y fungía como policía municipal en el municipio de Panzós, Alta Verapaz.

 El cuerpo de las mujeres como instrumento de dominación

 Durante el conflicto armado varias familias organizadas de las comunidades de Sepur Zarco, en El Estor, Izabal, y Semochoch, Alta Verapaz, buscaban la forma de legalizar sus tierras y realizaban las gestiones en el desaparecido Institución Nacional de Transformación Agraria (INTA). Los soldados del destacamento de Sepur Zarco llegaron a las comunidades y detuvieron ilegalmente a los hombres organizados, posteriormente a algunos de ellos  los retuvieron en fosas dentro del destacamento.

“En ese contexto de guerra el ejército los consideró sus enemigos. Las esposas e hijas de los hombres detenidos fueron consideradas mujeres solas, por lo tanto, disponibles, por ello se les violó sexualmente y se les sometió a servidumbre sexual y doméstica”, dijo la abogada querellante de la Unión de Mujeres Guatemaltecas (Unamg).

De acuerdo con el testimonio ofrecido por las mujeres sobrevivientes en anticipo de prueba, fueron obligadas a cocinar y  lavar la ropa de los soldados. También fueron obligadas a sostener relaciones sexuales de manera forzada y continua.

A criterio del abogado querellante de la Colectiva Jalok U Esteban Zelada el juicio es una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres. También dijo que los hechos cometidos contra las mujeres de Sepur Zarco no deben quedar impunes porque “ofenden la consciencia de la humanidad”.

Testigos declaran

Durante el primer día del debate oral y público celebrado en la Sala de Vistas de la CSJ, decenas de personas nacionales y extranjeras brindaron su apoyo a las víctimas del primer juicio por violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica en el contexto de guerra.

Pedro Cuc, primer testigo originario de Sepur Zarco, relató  el dolor y sufrimiento de hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas en manos de miembros del ejército, y los trabajos forzados a los cuales fueron sometidos.

Por su parte Juan Maquin Caal, también testigo, dijo: “Cuando huíamos de nuestra comunidad hacia la montaña murieron aproximadamente 92 personas en manos del ejército”. Luego lloró al recordar a su tío desaparecido, mientras seguía brindando su testimonio. Asimismo, el señor Maquin Caal dijo al Tribunal que su madre le confesó haber sido violada sexualmente por soldados de Sepur Zarco, quienes eran comandados por Reyes Girón.

 “Los responsables de abusos a nuestros compañeros son los que dirigían el destacamento de Sepur Zarco” señaló Rogelio Huitz Choc, el tercer testigo de la jornada, quien señaló directamente a Heriberto Valdez como el responsable de detener ilegalmente a su padre. Durante el desarrollo de la audiencia don Rogelio mostró su tórax donde se observan las cicatrices de la tortura a la que fue sometido. También narró que le fueron fracturadas varias costillas y cadera.

En la Sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia también permanecieron ante el tribunal las representantes de las Mujeres Transformando el Mundo MTM y de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas UNAMG querellantes en el caso.

También se observó a mujeres de diversas organizaciones que mostraron su apoyo a las sobrevivientes, cubriendo su rostro y cabeza con un manto típico en señal de solidaridad.

 

Año 2016: Inicia Juicio Sepur Zarco en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia

El lunes 1 de febrero de 2016 se llevó a cabo la primera audiencia del juicio contra el teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, a quienes la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público (MP) acusa de haber cometido los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, contra de  mujeres q’eqchís, originarias de la comunidad Sepur Zarco, en El Estor, Izabal.

Luego de 30 años de espera para acceder a la justicia formal, mujeres sobrevivientes asistieron a la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde tuvo lugar la apertura del debate oral y público, a cargo del Tribunal de Mayor Riesgo A, integrado por las juezas Yassmin Barrios –presidenta-, Patricia Bustamante y Gerbi Sical, -suplentes. Las mujeres sobrevivientes procuran que no haya más impunidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos en su contra entre 1982 y 1983, en el marco del conflicto armado interno que duró más de 36 años en Guatemala.

Reyes Girón era el comandante del destacamento militar Sepur Zarco, donde hombres y mujeres pobladores de varias comunidades fueron detenidos ilegalmente y sometidos a tratos crueles e inhumanos. Según el MP, Reyes Girón violó el Derecho Internacional Humanitario, debido a que los soldados que comandaba cometieron los vejámenes contra población civil no combatiente, mujeres, hombres, niñas y niños.

El acusado Heriberto Valdez Asij fue comisionado militar durante el conflicto armado y fungía como policía municipal en el municipio de Panzós, Alta Verapaz.

 El cuerpo de las mujeres como instrumento de dominación

 Durante el conflicto armado varias familias organizadas de las comunidades de Sepur Zarco, en El Estor, Izabal, y Semochoch, Alta Verapaz, buscaban la forma de legalizar sus tierras y realizaban las gestiones en el desaparecido Institución Nacional de Transformación Agraria (INTA). Los soldados del destacamento de Sepur Zarco llegaron a las comunidades y detuvieron ilegalmente a los hombres organizados, posteriormente a algunos de ellos  los retuvieron en fosas dentro del destacamento.

“En ese contexto de guerra el ejército los consideró sus enemigos. Las esposas e hijas de los hombres detenidos fueron consideradas mujeres solas, por lo tanto, disponibles, por ello se les violó sexualmente y se les sometió a servidumbre sexual y doméstica”, dijo la abogada querellante de la Unión de Mujeres Guatemaltecas (Unamg).

De acuerdo con el testimonio ofrecido por las mujeres sobrevivientes en anticipo de prueba, fueron obligadas a cocinar y  lavar la ropa de los soldados. También fueron obligadas a sostener relaciones sexuales de manera forzada y continua.

A criterio del abogado querellante de la Colectiva Jalok U Esteban Zelada el juicio es una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres. También dijo que los hechos cometidos contra las mujeres de Sepur Zarco no deben quedar impunes porque “ofenden la consciencia de la humanidad”. 

Testigos declaran

Durante el primer día del debate oral y público celebrado en la Sala de Vistas de la CSJ, decenas de personas nacionales y extranjeras brindaron su apoyo a las víctimas del primer juicio por violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica en el contexto de guerra.

Pedro Cuc, primer testigo originario de Sepur Zarco, relató  el dolor y sufrimiento de hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas en manos de miembros del ejército, y los trabajos forzados a los cuales fueron sometidos.

Por su parte Juan Maquin Caal, también testigo, dijo: “Cuando huíamos de nuestra comunidad hacia la montaña murieron aproximadamente 92 personas en manos del ejército”. Luego lloró al recordar a su tío desaparecido, mientras seguía brindando su testimonio. Asimismo, el señor Maquin Caal dijo al Tribunal que su madre le confesó haber sido violada sexualmente por soldados de Sepur Zarco, quienes eran comandados por Reyes Girón.

 “Los responsables de abusos a nuestros compañeros son los que dirigían el destacamento de Sepur Zarco” señaló Rogelio Huitz Choc, el tercer testigo de la jornada, quien señaló directamente a Heriberto Valdez como el responsable de detener ilegalmente a su padre. Durante el desarrollo de la audiencia don Rogelio mostró su tórax donde se observan las cicatrices de la tortura a la que fue sometido. También narró que le fueron fracturadas varias costillas y cadera.

Dentro de la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia se observó a mujeres y hombres de diferentes partes del país mostrando su apoyo a las valientes mujeres de Sepur Zarco. 

Año 2014: Ordenes de captura en contra Esteelmer Francisco Reyes Girón y Heriberto Valdez Asij

El 13 de junio de 2014 el Juzgado de Primera Instancia de Mayor Riesgo B,  giró la orden de captura en contra del Teniente coronel  Esteelmer Francisco Reyes Girón y en contra del ex comisionado militar Heriberto Valdez Asij, haciéndose efectivas el 14 de junio del año 2014.

La captura se logró después de que el Ministerio Público realizara allanamientos en los allanamientos en el municipio de Punzós Alta Verapaz donde fue capturado Valdez Asij ex comisionado militar del destacamento de Sepur Zarco.

Mientras que al teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón se le detuvo en la zona 06 capitalina.

En su momento la la Fiscalía de Derechos Humanos del MP, indicó que a Reyes Girón se le acusa de que bajo su mandato habría sido capturada y ejecutada una mujer junto con sus tres hijas, en El Estor.

Mientras que al comisionado Valdez Asij era sindicado de haber participado en un operativo realizado el 25 de agosto de 1982, en el que fueron detenidas y desaparecidas 18 personas, actos cometidos en el mismo municipio.

El 23 de junio de 2014 el Teniente Coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado Heriberto Valdez Asij rindieron su primera declaración Reyes Girón si declara mientras que Valdez Asij se niega a declarar.

Para la organización Mujeres Transformando el Mundo (organización querellante) al tener conocimiento de la detención de los acusados, manifestó su satisfacción por las capturas, las que catalogaron como un paso importante para que las mujeres sobrevivientes de violaciones durante el conflicto armado interno accedan a la justicia formal. 

La violencia sexual como un problema de salud

En el marco del 28 de mayo, Día de acción por la salud de las mujeres, La Asociación de Mujeres Transformando el Mundo, exigimos al Estado la reparación para todas las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia contra la mujer, vulnerando su derecho a la salud física, psicológica y sexual.

La violencia sexual contra sus cuerpos es parte del continuum de la violencia y atenta contra su integridad humana. En el corto plazo las víctimas son vulnerables a sufrir diversas afectaciones a su salud física y reproductiva, aumenta el riesgo de contraer VIH u otras enfermedades de transmisión sexual, y, si a consecuencia de la violencia sufrida, la agraviada debe enfrentar un embarazo forzado, los efectos se prolongan a mediano y largo plazo.

En la niñez y adolescencia, los efectos son más nocivos aún. La maternidad en edades tempranas implica un cambio drástico que irrumpe en su plan de vida, compromete su futuro porque se interrumpe su educación o a menos, la retarda y debe enfrentar, sin redes de apoyo o políticas públicas que la amparen, la crianza de un hijo o hija. El efecto negativo se constata también en sus posibilidades de insertarse en el ambiente laboral, ya que con escasa formación académica tendrá pocas o nulas posibilidades de ingresar al mercado formal de trabajo.  

Desde 2009 a la presente fecha, se cuenta con  más de 25 mil  casos de niñas menores de catorce años que han sido sometidas a un embarazo forzado a consecuencia de una violencia sexual y a una maternidad forzada. El Instituto Nacional de Ciencias forenses (Inacif) realizó 21 mil 232 reconocimientos médicos por delitos sexuales entre el 1 de enero de 2012 al 31 de marzo de 2015; de los cuales 18 mil 794 correspondían a mujeres (88.5%), en el mismo período, el Ministerio Público (MP) obtuvo 1 mil 275 sentencias, de esas 974 condenatorias, ante esta problemática ¿Qué respuesta se les da desde el Estado?

Estos daños que se producen en su vida y salud debe tener una respuesta efectiva de parte del Estado que les permita la restitución de sus derechos, disminuidos o negados y se creen las condiciones necesarias para que continúe con su proyecto de vida.

La Constitución Política de la República de Guatemala afirma que es el Estado el encargado de proteger la salud y prestar servicios de promoción, prevención, recuperación, rehabilitación y coordinación, además, debe respetar la salud de la población, no poniéndola  en riesgo, sin embargo es visible que nada de esto ha sucedió para las víctimas de violencia sexual.

Guatemala, por ser país signatario de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación, está comprometido a adoptar todas las medidas necesarias, incluso de carácter legislativo, para eliminar la discriminación contra las mujeres.

Por todo esto, y en  base al incremento de niñas, adolescentes y jóvenes guatemaltecas que son víctimas de violencia sexual, obligadas a ejercer una maternidad y embarazo no deseado, reivindicamos las acciones afirmativas necesarias y las reformas pertinentes al Código Penal para que se promueva la prevención, sanción y erradicación de la violencia sexual,  y contra la mujer, así como los servicios de salud necesarios para garantizar sus derechos sexuales y reproductivos.

De esa forma el Estado estaría contribuyendo efectivamente a la reparación digna que la víctima de violación sexual y de violencia sexual debe recibir, así como en la reconstrucción integral de los proyectos de vida de las sobrevivientes de estos delitos. 

Miles de niñas ven truncado su proyecto de vida siendo obligadas a un embarazo y maternidad forzada por ser víctimas de violación sexual

“El ejercicio de la maternidad forzada que deben ejercer miles de niñas y adolescentes en nuestro país, se da en ausencia absoluta del Estado y existe una ausencia del cuestionamiento de la responsabilidad del agresor”, indicó Paula Barrios coordinadora general de Mujeres Transformando el Mundo; al referirse a la alarmante situación de violación sexual hacia niñas que tienen que enfrentar un embarazo y maternidad forzada.

Enfatizó que miles de niñas y adolescentes ven interrumpido su proyecto de vida al ser víctimas de una violación sexual que en su mayoría el agresor es un pariente cercano.

Barrios hizo mención de las estadísticas del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social -MSPAS-  las cuales refieren que en los primeros siete meses del año 2015 se registraron 58 mil embarazos en mujeres menores de 19 años y en el año 2014 se registraron 71 mil embarazos.

Refirió también que en el año  2015 se registraron 6140 embarazos en menores de 14 años y según datos del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva -OSAR- del 2009 al año 2015 alrededor de 25 mil niñas han enfrentado un embarazo a consecuencia de una violación sexual.

La coordinadora de -MTM- señaló que El estado de Guatemala tiene la obligación de restituir los derechos, proteger y garantizar la vida, la integridad, la salud, educación, condición de vida adecuada, recuperación emocional y todos los derechos reconocidos en la Constitución Política de la República de Guatemala y en Leyes y Tratados Internacionales a favor de la vida de las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en nuestro país.

Por su parte la diputada Sandra Moran de Convergencia dijo que el evento en conjunto con MTM es importante porque es necesario visibilizar la problemática que viven las mujeres y sobre todo niñas y adolescentes quienes han visto su vida truncada por un hecho como lo es la violación sexual.

Morán indicó que la respuesta no solo puede ser a través de leyes pero se tiene que seguir la discusión hacia donde se puede fortalecer el andamiaje legislativo que ya se tienen para lograr que las niñas y adolescentes vivan una vida libre de violencia.

El coordinador del programa de Violencia Sexual del Ministerio de Salud Pública y Asistencia social Carlos Raúl Juárez López, dijo que del total de mujeres violadas el 95% son mujeres niñas y adolescentes. Asimismo señaló  que en las 18 semanas que han transcurrido del año 2016 han atendido  en salud pública 993 niñas, la mayoría están por debajo de los doce años de edad las cuales corren peligro a la hora de dar a luz porque la talla no les permite tener un parto normal.

Mujeres Transformando el Mundo a través de su coordinadora general dio lectura a la carta de compromiso, asimismo invitó a las diputadas y público en general a firmarla como un acto que le da la formalidad a la iniciativa y el compromiso de coadyuvar y permitir la instalación de mesas de trabajo que lleven a dar respuestas concretas a la situación alarmante que en la actualidad enfrentan miles de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en Guatemala.

Lo antes descrito se desarrolló en el  foro “Violencia Sexual, realidades que afrontan niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en Guatemala” realizado en La Casa Larrazabal del Congreso de la República. 

MTM presenta investigación “Los embarazos en niñas y adolescentes en Guatemala” ¿Un eslabón más del continuum de Violencia contra las Mujeres?

Con la participación de representantes del Ministerio Público, Hospital Nacional, Procuraduría General de la Nación, Policía Nacional Civil, Universidades y representantes del Refugio de la Niñez, todos integrantes de  la Red de Derivación de Izabal, Mujeres Transformando el Mundo presentó la Investigación “Los embarazos en niñas y adolescentes en Guatemala, ¿Un eslabón más sobre el continuum de la violencia contra la mujer?

Uno de los objetivos de presentar la investigación realizada por -MTM-, es dar a conocer la realidad que viven miles de niñas y adolescentes que han sufrido violencia y violación sexual, así  como conocer sus contextos y la maternidad forzada que han tenido que enfrentar.

La investigación supuso conocer a fondo historias de vida de cuatro adolescentes que, como otros miles más  fueron víctimas de violencia sexual y que como resultado de la misma, tuvieron que enfrentar un embarazo forzado, frustrando sus sueños a futuro y evidenciando el continuum de la violencia en sus propias vidas.

Mujeres Transformando el  Mundo, espera que dicha investigación contribuya en cierta medida, a develar el modus operandi del continuum de la violencia contra las mujeres en el caso  específico de las niñas y adolescentes guatemalteca, de manera que permita entender por qué afirmamos que ese continuum de violencia constituye un dispositivo de poder del patriarcado.

La investigación también permitió conocer más sobre las percepciones sociales de este problema y evidencia los obstáculos con los que se encuentran las víctimas para acceder a la justicia evidenciando los enormes problemas estructurales del Estado.

La investigación fue realizada en el año 2013 y 2014 por un equipo multidisciplinario de MTM que desde la mirada teórico-política feminista, se adentraron con cierta profundidad en el conocimiento de las distintas dimensiones del problema en nuestra sociedad.

Con el propósito que los distintos autores sociales vinculados a la problemática tengan a su disposición una interpretación más adecuada de la misma y que éstos puedan construir repuestas más eficaces e integrales para las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual  en Guatemala.

La investigación ya fue presentada en los departamentos de Huehuetenango, el Quiché Guatemala, Jalapa y hoy se presentó en Izabal  y se espera que en los próximos días serà presentada la investigación en Chimaltenango.

 

 

En Sepur Zarco, el derecho a la salud es violado

“Si alguien se enferma y no tiene dinero para pagar un carro que lo traslade al hospital de la Tinta (ubicado a una hora y media) o al hospital de Puerto Barrios (ubicado a tres horas), lo único que le queda es esperar la muerte”, dijo el secretario de Salud de la Comunidad de Sepur Zarco.

El representante del comité de salud de la comunidad dijo que desde aproximadamente tres meses no llegan a la comunidad personal de salud, es decir que las mujeres embarazadas y los niños no han tenido el debido control de sus vacunas y chequeos. “Lo que se  nos ha informado es que el presidente Jimmy Morales iba a cambiar el personal de salud que trabajaba a nivel de municipio”, dijo el representante.

El goce a la salud es un derecho fundamental de todo ser humano, sin discriminación alguna, según lo refiere el artículo 93 de la Constitución Política de la República de Guatemala, sin embargo  en la comunidad de Sepur Zarco “nunca ha habido un centro de salud, nunca ha existido personal que atienda a los enfermos”, dijo una lideresa que trabajo como promotora. Quien agregó que en el año 2014 fallecieron dos jóvenes de tuberculosis, este año falleció una niña de Chikungunya dijo la lideresa.

Las 283 familias que conforman la comunidad de Sepur Zarco, y alrededor de ocho comunidades aledañas están desprotegidas del sistema de salud. Si una persona se enferma debe ser trasladada al hospital de La Tinta en Alta Verapaz (ubicado a hora y media de camino) o al hospital de Puerto Barrios (ubicado a tres horas de camino).

“Las mujeres que van a dar a luz a sus bebes debe ser trasladadas a esos hospitales ya que en la comunidad no hay quien las atienda”, dijo la lideresa. Quien agregó que el padre de familia deba ahorrar dinero con tiempo porque un viaje en carro para el hospital más cercano oscila entre Q300.00 y Q400.00 quetzales; y el viaje al hospital que está a tres horas de la comunidad oscila entre Q.600.00 y Q.700.00 quetzales.

Los representantes de salud de la comunidad Sepur Zarco también lamentan que la niñez desnutrida no esté siendo atendida, indicando que si hay visualizados varios casos de niños y niñas desnutridas; los niñas y las niñas eran atendidas por el personal de salud que visitaba la comunidad, ahora esos niños y niñas no están siendo atendidas, indicaron.

Los líderes y lideresas reconocieron la lucha de las valientes mujeres que declararon ante el tribunal e indicaron que esperan que la medida de reparación que ordenó el tribunal de sentencia al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social se cumpla lo más pronto posible.

Tomando como base los Convenios y Tratados sobre Derechos Humanos, La Constitución Política de la República de Guatemala y el contenido del artículo 124 del Código Procesal Penal el cual establece Derecho a la reparación digna, el pasado mes de marzo el Tribunal presidido por la Jueza Jassmin Barrios por unanimidad declaró con lugar la petición de reparación digna.

Esto después de tomar en cuenta los dictámenes periciales  prueba producida en el debate del Juicio Sepur Zarco, el tribunal ordenó 18 medidas de reparación a favor de las mujeres sobrevivientes, sus familias y sus comunidades.

Entre las medidas de reparación el tribunal ordenó al Ministerio de Salud Pública para que a mediano plazo construya e instale un Centro de Salud tipo “A” en la comunidad Sepur Zarco con todas las medicinas necesarias.