25 de marzo: La Justicia para las sobrevivientes de Sepur Zarco llegó

El tribunal de Mayor Riesgo A dictó 120 años de prisión inconmutables para el coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y 240 años de prisión para el comisionado militar Heriberto Valdéz Asig, acusados de delitos de deberes contra la humanidad, violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica en contra de 11 mujeres q´eqchis, asesinato de tres mujeres madre y sus dos hijas y de la desaparición forzada de siete hombres (esposos de las mujeres sobrevivientes).

Los juzgadores establecieron que Heriberto Valdez Asig es responsable del delito de desaparición forzada de los señores Antonio Sub Coc, Manuel Cac, Santiago Cac Bá, Pedro Cac Bá, Abelardo Coc, Heriberto Choc y Juan Choc pues participó en su detención en forma violenta y dichas personas nunca volvieron a aparecer encuadrando su conducta en el delito de desaparición forzada, por lo que se le impuso la pena de 30 años de prisión por cada una de las desapariciones forzadas haciendo un total de 210 años de prisión inconmutables.

 Esteelmer Francisco Reyes Girón  es responsable como autoridad del delito de asesinato cometido en contra de Dominga Coc y sus dos hijas las niñas Anita y Hermelinda Coc Set, por lo que se le impuso la pena de 30 años de prisión por cada asesinato es decir 90 años de prisión inconmutables.

Tanto Reyes Girón como Valdez Asig el tribunal los señaló de responsables como autoridades de delitos contra los deberes de la humanidad cometidos en contra de la vida y la integridad de la población de Sepur Zarco especialmente de las señoras Rosa Tiul, Candelaria Maaz, María Bá Caal, Manuela Bá, Felisa Cuc, Vicenta Col Pop, Margarita Chub Choc, Cecilia Caal, Magdalena Pop, Carmen Xol Ical, Demesia Yat, Dominga Coc. Y sus hijas Anita Set Coc y Hermelinda Coc. Por tal delito se le impuso a cada acusado la pena de 30 años de prisión inconmutables.  

Los juzgadores expresaron que creen firmemente que reconocer la verdad ayuda a sanar las heridas del pasado y la aplicación de la justica es un derecho que asiste a las víctimas. Haciendo conciencia que el tipo de hechos no debe volver a repetirse.

Jassmin Barrios presidenta del Tribunal de Mayor Riesgo A, al dar lectura a la sentencia dijo que la desaparición forzada es un delito que se proyecta en el tiempo y en el espacio se dice que es forzada porque precisamente no existe voluntad de parte de la víctima; las víctimas eran campesinos que fueron separados de sus hogares teniendo en común estar gestionando la tierra de sus comunidades.

Al señalar los delitos de deberes contra la humanidad dijo que  el daño ocasionado es de carácter irreparable, se dañó el tejido social de toda una población y sus efectos son perceptibles para toda la sociedad guatemalteca,

Asimismo señaló que el profanar el cuerpo de las mujeres también constituyó una profanación para la comunidad y se convirtió a las mujeres en objetivo de guerra para lograr la aniquilación de quienes consideraban sus enemigos.

En cuanto al delito de desaparición forzada la juzgadora dijo que el dolor que experimentan los familiares trasciende el tiempo y el espacio, el dolor y la aflicción al no tener conocimiento del paradero  de los seres queridos es fuerte porque no se logra cerrar las heridas existentes.

El Tribunal citó a los sujetos procesales para el 4 de marzo de 2016 a las 15:00 horas para la lectura íntegra de la sentencia y tomando en cuenta que es un fallo de carácter condenatorio y que existe el derecho de la reparación digna de las víctimas, el Tribunal citó a los sujetos procesales para el 2 de marzo de 2016 a las 8:30 en el nivel 15 de la Torre de Tribunales a la audiencia de reparación de las víctimas.

En declaraciones a diferentes medios de comunicación la representante de Mujeres Transformando el Mundo Paula Barrios, expresó que el Caso Sepur Zarco, representa un hecho trascendental e histórico  no solo para el país centroamericano  sino  a nivel mundial, porque es el primer juicio contra personas vinculadas con las fuerzas armadas delimitando las modalidades de violencia Sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, que se cometieron delitos contra los deberes de humanidad establecidos en el artículo 378 del Código Procesal Penal.

20 días de audiencias

Día a día durante los 20 días que duró la audiencia las 11 mujeres q´eqchi´ víctimas de violencia sexual esclavitud sexual y doméstica por parte del ejército de Guatemala en tiempo del conflicto armado interno, se presentaban a la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia, quienes se hacía acompañar del equipo legal de Mujeres Transformando el Mundo MTM (quienes por varios años tuvieron a su cargo toda la estrategia legal), también eran acompañados por representantes del Ministerio Público y representantes legales de MTM, de la Unión Nacional de Mujeres Guatemalteca UNAMG y de la representante de la Colectiva Jalok U, querellantes en el caso.

Todo el tiempo sus rostros permanecieron cubiertos mientras transcurrían los días y veían pasar a testigos quienes narraron ante el tribunal lo que vivieron ellos y sus familias. Permanecieron todo el tiempo en sus lugares (al lado derecho de la Sala de Vistas) muy raras veces tomaban agua, y en más de una ocasión se observó que sus  manos las llevaban a sus rostros para secarse las lágrimas que brotaban al escuchar y ver lo que se desarrollaba ante el Tribunal.

El día 20 la Sala de Vistas fue abarrotada por hombres y mujeres que se solidarizaron con las mujeres valientes, al escuchar la sentencia condenatoria la sala vibro de aplausos y de alegría al ver que se hacia justicia para las mujeres históricas de Sepur Zarco.

Antecedentes:

11 mujeres q´eqchis por más de 30 años tuvieron que esperar para ver sentenciados a quienes son los responsables de violación sexual, esclavitud sexual y doméstica en contra de las sobrevivientes, así como los responsables de desaparición forzada en contra de siete hombres esposos de las sobrevivientes y del asesinato de una madre y sus dos pequeñas hijas.

Para que las mujeres sobrevivientes de violencia y esclavitud sexual durante el Conflicto Armado Interno (CAI) accedieran a la justicia, por muchos años fueron acompañadas de manera psicosocial por organizaciones que integran la Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad. Y por más de seis años el equipo legal de Mujeres Transformando el Mundo las acompañó para que el sueño de estar ante un tribunal fuera una realidad.

 En el mes de septiembre del año 2011 se presentó la primera querella penal por los delitos “Contra los deberes de Humanidad y Genocidio” del “Caso Sepur Zarco” nombre que lleva el proceso penal, de la cual Mujeres Transformando el Mundo y la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas son querellantes adhesivos. El caso es colectivo iy fue impulsado  por 15 mujeres sobrevivientes de violencia sexual, esclavitud doméstica y esclavitud sexual en el destacamento militar y 5 Hombres sobrevivientes de Tortura, hechos ocurridos en 1982 en el marco del Conflicto Armado Interno guatemalteco.

Por. Equipo de Comunicación MTM

3 de marzo: Reparación digna para las sobrevivientes de Sepur Zarco

Después de llevarse a cabo la audiencia de Reparación Digna para las sobrevivientes de Sepur Zarco, tomando como base los Convenios y Tratados sobre Derechos Humanos, La Constitución Política de la República de Guatemala y el contenido del artículo 124 del Código Procesal Penal el cual establece Derecho a la reparación digna.

El Tribunal presidido por la Jueza  Iris Yassmin Barrios,  tomando en cuenta los dictámenes periciales y prueba producida en el debate, por unanimidad declara con lugar la petición de reparación digna solicitada por las víctimas a través de las instituciones que actúan como Querellantes Adhesivas, en la siguiente forma:

En reparación individual  a las Mujereas Víctimas, el Tribunal fija la cantidad de Quinientos mil quetzales, para cada una de las víctimas (en total 11 mujeres q´eqchis) dicha cantidad la deberá pagar el acusado Esteelmer Francisco Reyes Girón en concepto de daños y perjuicios a las víctimas.

En relación a la reparación individual a las víctimas de desapariciones forzadas, el Tribunal fija la cantidad de doscientos cincuenta mil quetzales para cada una de las víctimas (en total 7 hombres), el total lo deberá pagar el acusado Heriberto Valdez Asig, en concepto de daños y perjuicios a los familiares de las víctimas objeto de desaparición. 

Asimismo el tribunal  ordenó al Ministerio Público que continúe con la investigación para dar con el paradero de las personas desaparecidas en Sepur Zarco y comunidades vecinas, lo que deberá realizarse con la colaboración de los familiares de las víctimas.

Ordenó al Ministerio de Salud Pública para que a mediano plazo construya e instale un Centro de Salud tipo “A” En la comunidad Sepur Zarco con todas las medicinas necesarias

Asimismo ordenó al Ministerio de Educación que se mejore la infraestructura de las  escuelas de educación primaria de las comunidades San Marcos, Poonbaac,  La Esperanza y Sepur Zarco. También ordenó que se instale un establecimiento de Educación Media Bilingüe  que garantice el derecho a la educación de niñas adolescentes y mujeres, asimismo que otorgue becas de estudio en los tres niveles de educación para la población de Sepur Zarco.

También al Ministerio de Educación el Tribunal ordena que en los programas de estudio y libros de texto se incluya lo relacionado al caso de las Mujeres de Sepur Zarco.

Al Ministerio de Educación y Ministerio de Cultura el Tribunal ordena la elaboración de un documental que se refiera al caso de las  Mujeres de Sepur Zarco. También ordena a ambos ministerios que la sentencia del caso de Sepur Zarco sea traducida a los veinticuatro  Idiomas mayenses.

Y al Ministerio de Cultura y Deportes ordena realice proyectos culturales dirigidos  a las mujeres de Sepur Zarco.

Que a través de los Comités de  Desarrollo de Sepur Zarco, San Marcos, La Esperanza y Poonbaac, se realicen las gestiones necesarias para  dotación  de servicios básicos en las comunidades y en las viviendas de las víctimas

El Tribunal ordena que las instituciones que actúan como Querellantes Adhesivas, inicien el trámite ante las autoridades respectivas, para que se reconozca el día veintiséis de febrero como Día de las Víctimas de  Violencia Sexual, Esclavitud Sexual y Doméstica. Asimismo les ordena que  realicen las gestiones necesarias ante el Congreso de la República, en relación a la Ley de Desaparición Forzada.

Se ordena a la Municipalidad de El Estor,  que en el plazo de un año, se construya un monumento que represente la búsqueda de justicia de las Mujeres de Sepur Zarco

El Tribunal ordena al Ministerio de la Defensa Nacional que en los cursos de formación militar, se incluyan  cursos de derechos humanos de las Mujeres y legislación de prevención de la Violencia contra la Mujer.

Se ordena al Estado de Guatemala a través del Ministerio de Gobernación, que se coordine lo relativo a la seguridad de las  integrantes de las organizaciones Querellantes, Equipo legal, las víctimas y sus familiares, debiendo enviarse los oficios correspondientes.

Tomando en cuenta que el peritaje histórico registral aporta información que existen los expedientes tramitados ante el Instituto de Transformación Agraria -INTA-, que fueron iniciados por las personas desaparecidas, el Tribunal ordena que se continúe con su trámite ante la institución estatal que actualmente corresponde.

La resolución del Tribunal en la audiencia de Reparación Digna, se da después de haber finalizado el juicio Sepur Zarco en donde se condenó a 120 años de prisión inconmutables al coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón por los Delitos contra los Deberes de la Humanidad y asesinato, y a 240 años de prisión inconmutables al comisionado Heriberto Valdez Asig por los delitos de Desaparición Forzada y Delitos de Deberes contra la Humanidad.

Paula Barrios de la coordinación general de Mujeres Transformando el Mundo -MTM-mostró satisfacción por la resolución del Tribunal lo cual  catalogó como relevante ya que garantiza el cambio de vida de las niñas y adolescentes de las comunidades aledañas a Sepur Zarco,  “con las medidas de reparación acogidas por el tribunal se está garantizando que esas circunstancias cambien  y que las mujeres tengan acceso a educación vivienda y salud lo cual  abrirá muchas puertas para el futuro de Sepur Zarco y para Guatemala”, refirió Barrios. 

Por Comunicación/Mujeres Transformando el Mundo

 

05 de febrero 2016: : “Los testimonios dan cuenta de una verdad que estuvo siempre oculta”

Los testimonios ofrecidos por varios testigos en el cuarto día de audiencias por el caso Sepur Zarco, corroboraron que en varias comunidades de  El Estor, Izabal, hubo, al menos, tres destacamentos militares, en donde se cometieron crímenes de guerra contra mujeres y hombres q’eqchís, entre l982 y 1983.

 Las y los testigos que el Tribunal de Mayor Riesgo A escuchó este jueves 4 de febrero, dijeron haber estado detenidos en los destacamentos conocidos como Tinajas, Pataxte y Sepur Zarco.

 El ejército había negado la existencia de estos lugares, sin embargo, las mujeres y hombres que contaron su historia en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), confirmaron que  hubo destacamentos en donde los hombres de varias comunidades fueron detenidos, torturados y ejecutados extrajudicialmente, mientras otros obligados a trabajar y las mujeres violadas y esclavizadas sexualmente.

 Muchas otras mujeres fueron desparecidas y también ejecutadas extrajudicialmente, como es el caso de Dominga Coc, junto con sus hijas de 3 y 2 años, en 1982, en el destacamento de Sepur Zarco.

 “Mi yerno me contó que les hicieron mucho daño. A ella la lastimaron en su cuerpo porque la violaron”, contó doña Julia Coc, su madre al tribunal. “Vengo a decir la verdad, no a mentir. Vengo a declarar  sobre la ejecución de mi hija y de mis nietas, porque fue grande el sufrimiento de mi hija cuando estuvo en el destacamento”, aseguró la valiente testigo que cuidó a su yerno enfermo, luego de que éste escapara del destacamento de Pataxte, donde también estuvo detenida su hija.

 Dominga fue ejecutada a la orilla de un riachuelo cercano al destacamento militar, según el relato de doña Julia. Un excomisionado militar, de nombre Miguel Maas  -ya fallecido-, le confesó a la madre de Julia, que su hija fue llevada al río por los soldados y, a la orilla del río la obligaron a cavar una fosa que sirvió como su tumba y la de sus hijas.

 Doña Julia presenció la exhumación de las osamentas de su hija y nietas y reconoció los cabellos y la ropa. “Dentro de la fosa estaban sus huesos y su cabello y un rollo de hilo, que era de su ropa. Ahí encontraron los calzoncitos de mis nietas”, narró la sobreviviente.

 En el cuarto día de audiencias el tribunal escuchó los relatos de cuatro testigos hombres, además de doña Julia. Todos fueron obligados por los soldados a realizar trabajos de patrullaje, en supuesto búsqueda de “delincuentes”. Los testigos aseguraron que “nunca” vieron a quienes los militares consideraban los delincuentes.

 “Estuve mucho tiempo en Tinajas, después me llevaron a Sepur Zarco, ahí nos obligaron a trabajar”, dijo don Marcos Tut, de 76 años. Durante el tiempo en que realizó trabajos forzados, don Marcos dijo: “Nosotros estábamos en las garitas, hacíamos turnos en las entradas para que no entraran los guerrilleros. Ahí mirábamos cuando entraban y salían las mujeres a las que les hicieron daño”.

Las historias de don Domingo Tzup, Domingo Choc, Vicente Choc y Domingo Coc, son desgarradoras. Todos aseguraron haber sido obligados a trabajar en el destacamento de Sepur Zarco. Todos fueron testigos de la detención de sus familiares: suegros, padres, hermanos, vecinas y otros civiles de comunidades aledañas.

 Todos los testigos tienen en común haber pertenecido a una de las familias que realizaban gestiones para la titulación de la tierra en que vivían desde hacía mucho tiempo. Además, las tierras en que habitaban se ubicaban en el Valle del Polochic, una zona rica naturalmente, donde la represión fue brutal.

 De acuerdo con Paula Barrios, coordinadora general de Mujeres Transformando el Mundo (MTM), las autoridades locales fueron cómplices del despojo de tierra que también sufrieron las poblaciones q’eqchís de la región. “Estos hechos se enmarcan en una región donde muchos terratenientes se fueron apropiando de grandes cantidades de tierra que la municipalidad de Panzós, Alta Verapaz, les facilitaba”.

 La querellante asegura que el caso de Sepur Zarco es evidencia de que la represión contra las comunidades del Valle del Polochic, fue una estrategia que el ejército desarrolló en complicidad con finqueros y autoridades locales, ya que los esposos de las 11 mujeres sobrevivientes, eran parte del grupo de comunitarios que gestionaba la titulación de sus tierras en el desaparecido Instituto Nacional de Transformación Agrícola, (INTA).

 De la sobrevivencia a la ciudadanía

 “Las voces de las mujeres testigas tienen mucha más fuerza. Si el caso Sepur Zarco demuestra algo es la valentía de las mujeres, no solo de las que denuncian, sino de todas las que acompañan el proceso”, comentó Ada Valenzuela, representante de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, organización querellante.

 La activista considera que el caso de Sepur Zarco es una oportunidad para que toda la sociedad aprenda. En especial, afirma, para que la juventud se forme.

 Las mujeres rompieron el silencio después de más de 30 años de haber sufrido todo tipo de violación a su dignidad y humanidad. Todavía la herida sigue viva y entre sollozos y lágrimas las y los testigos cuentan su verdad, con valentía recuerdan a toda una sociedad y al mundo, que el dolor y el horror provocado por la guerra no deben ser olvidados.

 “Todos los testigos han narrado hechos que cazan. Es difícil que alguien luego de escucharlo no se conmueva o dude de la verdad de los sobrevivientes”, dijo la querellante.

 Barrios consideró que: “Para los testigos no es fácil hablar de tanto dolor que han vivido. Pero es un momento importante para que se escuche su verdad desde su propia voz. Es trascendental que vengan ante un tribunal y expongan desde su propia voz lo que les pasó. Es un acto de dignidad para las mujeres y los hombres”, señaló.

 Antes y después de las declaraciones las y los testigos tienen acompañamiento y atención psicosocial. “Creo que también la sociedad guatemalteca debe responder a los testimonios, porque si no nos afecta lo que estas personas narran, con tanto dolor que marcó la guerra también necesitamos ese acompañamiento. No puede ser que no nos sorprendamos y que seamos indiferentes”, dijo Barrios.

 Las querellantes consideran que el juicio de Sepur Zarco también permite conocer una verdad que ha estado ahí siempre. Las organizaciones que acompañan a las sobrevivientes consideran que para sanar “debemos saber lo que pasó y buscar los mecanismos para resarcir a las víctimas y para que estos hechos no vuelvan a ocurrir en ningún contexto con la niñez y adolescencia de este país”.

 Finalmente, Barrios explicó que las mujeres sobrevivientes tienen la oportunidad de formarse como ciudadanas. “En ese transcurrir, las mujeres se han formado en el ejercicio de su ciudadanía que es un aspecto importante del acceso a la justicia. Ellas controlan lo que está sucediendo  en esta sala de audiencias. El fin de la justicia es que las víctimas transiten a sobrevivientes y de allí a ser sujetas de derechos”, concluyó.

 Por equipo de Comunicación MTM

7 de febrero 2016 : Testigo protegido declara ante Tribunal

“Fui reclutado forzosamente por el ejército en la zona militar de Puerto Barrios, Izabal. Recibí el entrenamiento “Tigre” por 90 días”, así comienza su declaración el primer testigo protegido propuesto por la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público, en el quinto día de audiencias por el caso de Sepur Zarco.

 El testigo narró que su tropa relevó al pelotón comandado por el entonces subteniente  Esteelmer Francisco Reyes Girón, debido a los abusos que esta cometía contra la población civil. “Cuando llegamos nos enteramos que hubo cambios por el trato que recibía la gente. La tropa había abusado de la gente. A las mujeres las usaban para la servidumbre. Hubo violaciones de las tropas”, declaró ante el Tribunal de Mayor Riesgo A, por medio de videoconferencia.

 El testigo, un militar retirado, estuvo aproximadamente durante cuatro meses en el destacamento de Sepur Zarco; ahí se enteró de las atrocidades cometidas contra la población civil. “Un día llegan siete mujeres de Semococh a buscar a sus esposos… Habían sido asesinados en Sepur Zarco señalados de ser guerrilleros. El señor Esteelmer los convocó y ya no se supo de ellos”, explicó.

 En su relato, el testigo contó que el destacamento de Sepur Zarco tenía bajo su control al menos a 17 comunidades de El Estor, Izabal, lo que implicaba la presencia militar para patrullaje y búsqueda de combatientes guerrilleros, extremo que nunca confirmaron. “Los militares necesitaban controlar las comunidades, por eso nombraron comisionados”, dijo.

 Reconoció también que los destacamentos de Tinajas, ubicado en la finca del mismo nombre y el de Sepur Zarco, coordinaban acciones, tal como lo indicaron anteriormente la mayoría de testigos escuchados por el tribunal.

 “Hubo violaciones de la tropa del señor Esteelmer”

 En la quinta jornada de audiencias también se escuchó a dos sobrevivientes por medio de video, quienes ofrecieron su declaración en septiembre de 2012, en calidad de anticipo de prueba. Las dos mujeres relataron haber sido víctimas de violencia sexual continuada durante la permanencia de la tropa comandada por Reyes Girón.

 Una de las mujeres sobrevivientes describió al tribunal que cuando su esposo fue detenido ilegalmente  por los militares en el destacamento de Tinajas- en 1982, fue a buscarlo, pero en vez de informarle del paradero del detenido, la obligaron a quedarse en el lugar y la violaron en repetidas ocasiones, sin importarles que estuviera embarazada.

 La sobreviviente también contó que los soldados la violaron en su casa y en los caminos de la comunidad. Además, abusaron de ella cuando iba al río a lavarles la ropa. “Yo tenía mucho miedo… ellos me agarraron por la fuerza y me violaron. No me acuerdo cuantos fueron, quedé muy dañada de mi cuerpo; sangraba mucho”, dijo la testigo

 La narración de las sobrevivientes que han ofrecido su declaración por medio de la prueba anticipada, y de los otros testigos, coinciden con el relato ofrecido por el testigo protegido quien dijo: “Hubo violación sexual y abusos a los derechos de la mujer. Cuando las mujeres iban a lavar al río los soldados las perseguían”. También señaló: “Los vecinos nos manifestaron que los soldados no patrullaban sino que solo andaban acosando a las mujeres y chupando”.

 Hasta el quinto día de audiencias el Tribunal de Mayor Riesgo A, escuchó a 17 testigos de manera presencial y cinco en videoconferencia. El lunes 8 de febrero se reanudará el debate oral y público. Se tiente previsto que la semana del 8 al 12, las y los peritos propuestos por el MP y las querellantes sean escuchados.

 Por Equipo de comunicación MTM

 

8 de febrero Peritajes fortalecen credibilidad de los testimonios de sobrevivientes de Sepur Zarco

“Los relatos tienen credibilidad clínica; son propios de víctimas de tortura y persecución”, concluyó la psiquiatra forense Karen Peña Juárez, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), esta mañana en su declaración al Tribunal de Mayor Riesgo A. La experta ofreció en la segunda semana de audiencias por el caso Sepur Zarco, las conclusiones del peritaje que realizó en 2012, a 18 sobrevivientes.

El Caso Sepur Zarco juzga al excomisionado militar Heriberto Valdez Asig y al coronel Francisco Esteelmer Reyes Girón, por los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica cometida contra 11 mujeres q’eqchís, entre 1982 y 1983, en El Estor, Izabal.

La experta del Inacif fue contundente cuando dijo al tribunal que “las evaluadas no tienen la capacidad de fabular los hechos”, además, aseveró: “es improbable que exista una ganancia [para las sobrevivientes], porque se enfrentan a sus victimarios y volverán a vivir los hechos”. El tribunal escuchó además, a dos peritos de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), que dieron a conocer conclusiones de las investigaciones históricas y antropológicas en relación al caso.

Las secuelas

La experta del Inacif aseguró que “existe relación directa entre el abuso continuado y el deterioro de la calidad de vida” de las sobrevivientes. Las mujeres de Sepur Zarco fueron sometidas a seis y ocho meses de violaciones sexuales sistemáticas y al trabajo forzado, dentro y en los alrededores del destacamento. Otras sufrieron los vejámenes hasta por seis años; una de ellas quedó embarazada y sufrió un aborto.

Una de las sobrevivientes narró que fue violada “un día sí y un día no”, por los mismos cinco soldados durante seis meses. Hechos tuvieron impactos fuertes en la vida de las sobrevivientes y de la comunidad, según explicó la perito. “Sufren de estrés psicológico continuado, hubo ruptura del tejido social y pérdida de familiares”, ilustró al tribunal.

Las y los sobrevivientes también sufrieron lesiones corporales graves que en la actualidad  les provocan molestias. “Padecen hipertensión, osteoartritis, dolores crónicos de espalda, temor, recuerdos constantes de lo vivido, porque la experiencia fue catastrófica y extraordinaria”, dijo la experta.

De acuerdo con la perito, que además de haber entrevistado a los 18 sobrevivientes, realizó exámenes mentales y físicos, “la mayoría de personas que evalué tienen una visión de vida de acuerdo a esa experiencia catastrófica”.

Debido a que la violencia generalizada y sexual sistemática a la que los militares sometieron a las mujeres y hombres de Sepur Zarco, todas las sobrevivientes se sentían decaídas, según la psiquiatra forense. “Cuando las entrevisté [en 2012] las vi bastante desnutridas, su calidad de vida es muy mala”, explicó.

Asimismo, recomendó que las víctimas reciban cuidado integral de su salud, apoyo económico y material para una vida digna.

 

Por Equipo de Comunicación MTM

01 de febrero 2016: Juicio Sepur Zarco: “Una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres”

El lunes 1 de febrero se llevó a cabo la primera audiencia del juicio contra el teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, a quienes la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público (MP) acusa de haber cometido los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, contra de  mujeres q’eqchís, originarias de la comunidad Sepur Zarco, en El Estor, Izabal.

Luego de 30 años de espera para acceder a la justicia formal, mujeres sobrevivientes asistieron a la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde tuvo lugar la apertura del debate oral y público, a cargo del Tribunal de Mayor Riesgo A, integrado por las juezas Yassmin Barrios –presidenta-, Patricia Bustamante y Gerbi Sical, -suplentes. Las mujeres sobrevivientes procuran que no haya más impunidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos en su contra entre 1982 y 1983, en el marco del conflicto armado interno que duró más de 36 años en Guatemala.

Reyes Girón era el comandante del destacamento militar Sepur Zarco, donde hombres y mujeres pobladores de varias comunidades fueron detenidos ilegalmente y sometidos a tratos crueles e inhumanos. Según el MP, Reyes Girón violó el Derecho Internacional Humanitario, debido a que los soldados que comandaba cometieron los vejámenes contra población civil no combatiente, mujeres, hombres, niñas y niños.

El acusado Heriberto Valdez Asig fue comisionado militar durante el conflicto armado y fungía como policía municipal en el municipio de Panzós, Alta Verapaz.

 El cuerpo de las mujeres como instrumento de dominación

 Durante el conflicto armado varias familias organizadas de las comunidades de Sepur Zarco, en El Estor, Izabal, y Semochoch, Alta Verapaz, buscaban la forma de legalizar sus tierras y realizaban las gestiones en el desaparecido Institución Nacional de Transformación Agraria (INTA). Los soldados del destacamento de Sepur Zarco llegaron a las comunidades y detuvieron ilegalmente a los hombres organizados, posteriormente a algunos de ellos  los retuvieron en fosas dentro del destacamento.

“En ese contexto de guerra el ejército los consideró sus enemigos. Las esposas e hijas de los hombres detenidos fueron consideradas mujeres solas, por lo tanto, disponibles, por ello se les violó sexualmente y se les sometió a servidumbre sexual y doméstica”, dijo la abogada querellante de la Unión de Mujeres Guatemaltecas (Unamg).

De acuerdo con el testimonio ofrecido por las mujeres sobrevivientes en anticipo de prueba, fueron obligadas a cocinar y  lavar la ropa de los soldados. También fueron obligadas a sostener relaciones sexuales de manera forzada y continua.

A criterio del abogado querellante de la Colectiva Jalok U Esteban Zelada el juicio es una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres. También dijo que los hechos cometidos contra las mujeres de Sepur Zarco no deben quedar impunes porque “ofenden la consciencia de la humanidad”.

Testigos declaran

Durante el primer día del debate oral y público celebrado en la Sala de Vistas de la CSJ, decenas de personas nacionales y extranjeras brindaron su apoyo a las víctimas del primer juicio por violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica en el contexto de guerra.

Pedro Cuc, primer testigo originario de Sepur Zarco, relató  el dolor y sufrimiento de hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas en manos de miembros del ejército, y los trabajos forzados a los cuales fueron sometidos.

Por su parte Juan Maquin Caal, también testigo, dijo: “Cuando huíamos de nuestra comunidad hacia la montaña murieron aproximadamente 92 personas en manos del ejército”. Luego lloró al recordar a su tío desaparecido, mientras seguía brindando su testimonio. Asimismo, el señor Maquin Caal dijo al Tribunal que su madre le confesó haber sido violada sexualmente por soldados de Sepur Zarco, quienes eran comandados por Reyes Girón.

 “Los responsables de abusos a nuestros compañeros son los que dirigían el destacamento de Sepur Zarco” señaló Rogelio Huitz Choc, el tercer testigo de la jornada, quien señaló directamente a Heriberto Valdez como el responsable de detener ilegalmente a su padre. Durante el desarrollo de la audiencia don Rogelio mostró su tórax donde se observan las cicatrices de la tortura a la que fue sometido. También narró que le fueron fracturadas varias costillas y cadera.

En la Sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia también permanecieron ante el tribunal las representantes de las Mujeres Transformando el Mundo MTM y de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas UNAMG querellantes en el caso.

También se observó a mujeres de diversas organizaciones que mostraron su apoyo a las sobrevivientes, cubriendo su rostro y cabeza con un manto típico en señal de solidaridad.

 

2 de febrero 2016: Sobrevivientes de Sepur Zarco, presencian juicio

Me encuentro muy contenta de seguir el camino de la justicia, hoy brindo un saludo a todas las mujeres“, dijo la presidenta de la Colectiva Jalok U, mujer sobreviviente de Sepur Zarco.

La presidenta de la colectiva en reiteradas ocasiones expresó su alegría al señalar que han pasado más de treinta años para que se les haga justicia y hoy ven un avance en el camino que iniciaron, reconoce que vivieron mucho miedo, pensaron y analizaron que era fundamental que contaran lo que tuvieron que vivir en el destacamento Sepur Zarco para que la historia no se repita.

Señala la sobreviviente que en el camino en búsqueda de la justicia ha sido importante  la solidaridad y acompañamiento de mujeres de otras comunidades, pueblos y organizaciones; añade que las mujeres sobrevivientes están organizadas en la Colectiva Jalok U, cambio de rosto en idioma q’eqchi’, añade que estar organizadas ha sido importante para sentir la unidad y la fortaleza y ya no tener miedo al hablar.

“Lloramos mucho cuando hablamos, cuando contamos lo que nos pasó”, expresó la representante de las mujeres; quien agregó que cuando iniciaron el proceso de búsqueda de la justicia formal sentían mucho dolor y pensaban no hablar no decir nada porque el hablar de lo sucedido les lastimaba y causaba dolor.

“Que quienes escuchan sepan que estamos diciendo la verdad, “me encuentro en esta lucha importante yo sigo  buscando a mi esposo…”, “…lo que quiero es encontrar mi felicidad y que haya justicia para nosotras para que podamos quedar tranquilas”, finalizó la presidenta de la Colectiva Jalok U.

Las 11 mujeres q´eqchi´  víctimas de violencia sexual esclavitud sexual y doméstica por parte del ejército de Guatemala en tiempo del conflicto armado interno, permanecieron todo el desarrollo de la audiencia al costado derecho de la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia; quienes de manera atenta escuchaban y observaban el desarrollo del juicio Sepur Zarco

Sus rostros permanecieron cubiertos todo el tiempo mientras veían pasar a testigos quienes narraron ante el tribunal lo que vivieron ellos y sus familias.  Al escuchar a los testigos quienes juraron decir la verdad y responder ante el tribunal las preguntas que se les realizaran, las sobrevivientes agachaban el rostro y secaban sus lágrimas.

La lucha y perseverancia de las mujeres sobrevivientes de Sepur Zarco hace historia a nivel nacional e internacional, porque es el primer caso a nivel mundial que se lleva en una corte nacional por delitos de violación sexual, esclavitud sexual y doméstica, otros casos de violación sexual durante conflictos armados como en Yugoslavia y Ruanda se han ventilado en instancias internacionales.

3 de febrero: Testigos: “Don Canche y un tal teniente Reyes, mandaban ahí”

En el segundo día de audiencia del histórico juicio que por primera vez en Guatemala juzga los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, cuatro testigos narraron cómo varias mujeres fueron violadas sexualmente por soldados en los destacamentos Las Tinajas, Pataxte y Sepur Zarco, ubicados en El Estor, Izabal en 1982. Los testigos también señalaron al excomisionado militar Heriberto Andrés Valdez Asig y al coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón como personas con poder y quienes mandaban para que se cometieran los actos atroces contra las mujeres, hombres, niñas y niños.

“Yo lo viví. Lo sufrimos mucho. Nos fuimos a refugiar en la montaña porque en esa época los soldados llegaban a las comunidades para llevarse a la gente. Teníamos tanto miedo que nos fuimos a la montaña a escondernos”, narró Petrona Choc Cruz de 75 años. Doña Petrona explicó al Tribunal de Mayor Riesgo A, con voz firme, cómo en 1982 y 1983 el ejército los persiguió en la montaña a ella, a su esposo y a sus cuatro hijos que aún eran niños pequeños. “Cuando nos agarraba la noche en la montaña nos envolvíamos con nailos”, contó.

La constante persecución y las ejecuciones de varios de sus integrantes por parte del ejército obligaron a las mujeres, hombres, niñas y niños pequeños, a salir de la montaña. La testigo declaró que su esposo, Manolo Mes Chub, fue asesinado por los soldados cuando salió a buscar comida con cinco personas más. Por esa razón:“De la montaña fuimos al destacamento (Sepur Zarco) para entregarnos. Allí nos arrodillamos y pedimos perdón para que nos dejaran entrar”, contó doña Petrona Choc.

La sobreviviente narró cómo ella y otras mujeres fueron forzadas a cocinar y lavar la ropa de los soldados: “Nos tocaba limpiar arroz y frijol y cocinar unas grandes olladas. Ahí nos violaron. Nos decía que ya nadie iba a preguntar por nosotras”, recordó. También dijo: “Nos violaban después de bañarnos, un hombre gordo era el primero, después venían otros menuditos”. Candelaria Mes Choc, hija de doña Petrona, también fue violada sexualmente por los soldados en el destacamento de Sepur Zarco.

 

Represión a la lucha por la tierra

Los cuatro declarantes dijeron haber sido perseguidos, atacados, detenidos y obligados a permanecer en el destacamento de Tinajas, Pataxte y posteriormente en el de Sepur Zarco y en sus alrededores, porque estaban haciendo trámites para legalizar sus tierras. “Se enojaron con nosotros porque estábamos legalizando un lote en Sepur Zarco”, recordó doña Petrona Choc.

Santos Be Xol, uno de los testigos, relató como la señora Manuela Tiul y otras mujeres fueron violadas en el destacamento de Pataxte. “Doña Manuela me contó que fueron violadas varias mujeres”, contó don Santos.

Manuel Ical también narró al Tribunal cómo debió escapar con su familia y vecinos de su comunidad porque los soldados se llevaron a varios hombres al destacamento de Tinajas; tres de ellos nunca volvieron y no supieron su paradero. “Ahí empezó nuestra angustia porque no sabíamos qué estaba pasando”, dijo don Manuel.

Las vejaciones y abuso cometidos por los soldados, se repite en la historia de don Mariano Caal. Al igual que don Santos y don Manuel, fue forzado por los soldados a construir el destacamento Sepur Zarco. En ese tiempo, don Mariano fue testigo del trabajo forzado al que varias mujeres fueron sometidas por el ejército: “Yo no estuve detenido, pero cuando trabaje para ellos miraba a las mujeres tortear y preparar arroz y frijol. A ellas no solo les mataron a sus esposos, sino que después las torturaron de esa manera. Fue injusto”, lamentó don Mariano.

Los testigos dijeron que quien dirigía a los soldados se llamaba teniente Reyes. Además, contaron que el Canche Asig (Heriberto Reyes) siempre tenía una lista en la mano y quien aparecía ahí era capturado.

En la apertura a juicio realizada el 1 de febrero de 2016, representantes de la Alianza contra el Silencio y la Impunidad, de la cual Mujeres Transformando el Mundo (MTM) forma parte, aseguraron que el proceso que se desarrolla para juzgar crímenes contra los deberes de la humanidad, es una oportunidad para Guatemala y el mundo, para hacer justicia.

3 de febrero: Sobrevivientes narran vejámenes vividos en Sepur Zarco

Por tercer día se realizó el juicio en contra del teniente Esteelmer Francisco Reyes Girón, y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, por las violaciones continuadas de 11 mujeres en el destacamento militar de Sepur Zarco, entre 1982 y 1986.

El Ministerio Público (MP) continuó con la presentación de testimonios y pruebas anticipadas de las víctimas, con apoyo de los querellantes en el caso  Mujeres Transformando el Mundo -MTM- y la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas -UNAMG-.

Por medio de la prueba anticipada se conocieron los testimonios grabados  de mujeres víctimas de violaciones y agresiones sexuales. Ante la Sala Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y  por medio de tres pantallas, se pudo escuchar y ver el testimonio grabado de Catalina Mash, de 70 años, quien narró que en 1982 los soldados de Sepur Zarco “las violaron sexualmente en repetidas ocasiones”.

Mash mencionó: “Don Canche (Heriberto Valdez) llegó a nuestras comunidades y llevó a los militares”. Con voz entrecortada, la víctima declaró ante la Fiscalía de Derechos Humanos del MP, la forma en que la tomaron a la fuerza, le sujetaron las manos, y tres hombres la violaron varias veces en un mismo día.

Con lágrimas en su rostro relata: “Mi hijo de 10 años fue sobreviviente y testigo de la tortura de su padre, mis hijos mayores fueron los encargados de enterrarlo”. Además narró  cuando mataron a machetazos a su hija embarazada.

Otro testimonio escuchado como anticipo de prueba, fue el de Rosario Xoc, de 52 años quien relató:  “Cerca del río donde iba a lavar, varios hombres me tomaron a la fuerza, me violaron, mi hijo pequeño gritaba al ver lo que me hacían, pero nadie me ayudó”

Xoc, también con voz cortada, relató cómo los soldados se llevaban a sus esposos, los lastimaban y los obligaban a trabajos forzados sin ninguna remuneración. Este testimonio quedó grabado en video para ser parte de la prueba anticipada presentada en el juicio contra los exmilitares.

Lo antes descrito fue transmitido a solicitud del ente investigador y los querellantes adhesivos como prueba anticipada de las 11 mujeres sobrevivientes. Se estableció que se procedió de esta manera por resguardar la seguridad e integridad de las testigos.

Catalina y Rosario recuerdan que los militares se llevaban a los hombres y ancianos para golpearlos, torturarlos, matarlos y enterrarlos en las fosas.

Las declaraciones de las mujeres sobrevivientes fueron recibidas por el Juez Miguel Ángel Gálvez el 24 de septiembre de 2012, en calidad de prueba anticipada.

En el tercer día de audiencia Mateo Rash Maquín, originario de San Pedro Carchá, Alta Verapaz se presentó ante el tribunal en calidad de testigo. Acompañado de un intérprete, Rash señaló: “Sí conozco a los acusados, son responsables de muchas muertes,  los militares agarraban a la gente y les cortaban las orejas y cuello, lo que nos hacían dejó marcas en nuestros cuerpos”.

En el tercer día de audiencias se mostró la solidaridad de hombres y mujeres de diferentes lugares del país, quienes se hicieron presentes en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia.

Año 2014: Ordenes de captura en contra Esteelmer Francisco Reyes Girón y Heriberto Valdez Asij

El 13 de junio de 2014 el Juzgado de Primera Instancia de Mayor Riesgo B,  giró la orden de captura en contra del Teniente coronel  Esteelmer Francisco Reyes Girón y en contra del ex comisionado militar Heriberto Valdez Asij, haciéndose efectivas el 14 de junio del año 2014.

La captura se logró después de que el Ministerio Público realizara allanamientos en los allanamientos en el municipio de Punzós Alta Verapaz donde fue capturado Valdez Asij ex comisionado militar del destacamento de Sepur Zarco.

Mientras que al teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón se le detuvo en la zona 06 capitalina.

En su momento la la Fiscalía de Derechos Humanos del MP, indicó que a Reyes Girón se le acusa de que bajo su mandato habría sido capturada y ejecutada una mujer junto con sus tres hijas, en El Estor.

Mientras que al comisionado Valdez Asij era sindicado de haber participado en un operativo realizado el 25 de agosto de 1982, en el que fueron detenidas y desaparecidas 18 personas, actos cometidos en el mismo municipio.

El 23 de junio de 2014 el Teniente Coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado Heriberto Valdez Asij rindieron su primera declaración Reyes Girón si declara mientras que Valdez Asij se niega a declarar.

Para la organización Mujeres Transformando el Mundo (organización querellante) al tener conocimiento de la detención de los acusados, manifestó su satisfacción por las capturas, las que catalogaron como un paso importante para que las mujeres sobrevivientes de violaciones durante el conflicto armado interno accedan a la justicia formal.